Pescar entre el petróleo: derrames de Pemex en el río Pánuco
Pescar entre el petróleo: derrames de Pemex en el río Pánuco
60% de los derrames y fugas de escala grave y moderada ocurren en Veracruz y Tabasco
7 septiembre, 2023
Por Patricia Ramírez
En el norte de Veracruz los pescadores desertan de sus trabajos. Han cambiado las redes de captura para dedicarse a ser taxistas, conductores de camiones y albañiles. El motivo es la baja producción pesquera en la región debido a la disminución de peces en las aguas del río Pánuco. Lo que se atribuye a los derrames por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex) y otras industrias, principalmente, ingenios azucareros, que están en la región.
Nadie quiere comprar pescado, cuentan quienes aún siguen en este oficio. Cada temporada buscan robalo, tilapia, carpa y acamaya en las aguas ubicadas en la frontera de Veracruz con Tamaulipas, al noreste de México. Al llegar a tierra tienen que sacarles las vísceras y limpiarlos de inmediato porque, de lo contrario, los peces entran en descomposición rápidamente.
El problema no es nuevo. Pescadores han notificado a Pemex y han hecho denuncias ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y otras instancias municipales y estatales desde hace más de 10 años. Pero la respuesta no ha sido efectiva. El río, la laguna y el estero siguen tiñéndose por los hidrocarburos y otros químicos en esta región a una hora de la refinería Francisco I. Madero, en Tamaulipas.
Además de las bajas en la producción, las fugas y derrames también afectan ropa, redes y lanchas. Los pescadores denuncian que la falta de atención de autoridades, así como la reducción de subsidios (a sólo 7 mil 500 pesos al año por parte del programa Bienpesca) están mermando su economía, su trabajo y su vida cotidiana.
Aguas teñidas por hidrocarburos en Veracruz. Foto: Félix Márquez/Cuartoscuro.com
En picada
En la mesa hay 14 pescadores reunidos. Vienen de localidades como Buenavista, Tampacas, Alto del Estero y Tanchicuín Boca, ubicadas en el municipio de Pánuco, al norte de Veracruz. Muchos tienen más de 20 años dedicándose a la pesca. Y en esta ocasión se citaron para hablar sobre los derrames de Pemex, así como de los ingenios azucareros.
“La captura hasta hace unos años era de 700 u 800 kilos. Ahorita son de 200 a 250 kilos”, explica durante la reunión Juan Gabriel González García, pescador y asesor legal de Pescadores Unidos de Pánuco.
Un compañero de la Cooperativa Tampacas comparte una cifra similar: anteriormente sacaban de 500 a 600 kilos por temporada, pero la captura ha bajado hasta los 200 kilos. Además, la tilapia y la acamaya son cada vez más escasas.
“Venimos en picada desde 2018, hubo una contaminación del río Pánuco y fue un golpe bien duro”, dice Juan Gabriel González.
Las cifras que comparten son estimaciones, pero la disminución de captura coincide con los registros de producción de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) de la oficina de Pánuco.
Mientras en 2016 y 2017 la producción promedio rondó los 3 millones de kilos de peso desembarcado, que es el producto que llega descabezado, fileteado, en pulpa o rebanado, para 2018 sólo se obtuvieron un millón 453 mil 672 kilos, en 2019 bajó a 824 mil 514 y desde 2020 hasta 2022 los kilos promedio se han mantenido en 1 millón y medio.
Especies como la acamaya, que los pescadores indican que cada vez es menos común, pasó de los 135 mil 148 kilos desembarcados en 2016 a 78 mil 588 kilos en 2022.
Aunque mediáticamente no hay registro de este derrame, de acuerdo con información entregada vía transparencia por Pemex a Causa Natura Media, ese año se tuvieron 17 derrames por causas industriales en la zona de Pánuco, Veracruz.
Mientras tanto, uno de los derrames que sí fue documentado en 2018 por medios nacionales fue el ocurrido en Nanchital, cerca de Coatzacoalcos, al sur de la entidad, donde se desalojó a 180 familias cercanas a los arroyos Tepeyac y Santa Elena.
Antecedente de otro derrame ocurrido en Tierra Blanca, Veracruz. Foto: Félix Márquez/Cuartoscuro.com
Tanto Pánuco como Nanchital son municipios vecinos de ciudades con actividad petrolera. En el caso del Pánuco, a sólo una hora se encuentra la refinería Francisco I. Madero en el estado colindante de Tamaulipas. La cercanía ha hecho que el municipio también tenga infraestructura de la paraestatal.
“En la zona de nosotros, cercana al río, hay unas válvulas de Pemex que anteriormente, podemos hablar de 20 años, estaban en tierra. Hoy debido a las corrientes han quedado en el río. Pemex lo que ha hecho es una continuación, pero la válvula sigue ahí”, narra Antonio Paz Hernández, pescador y presidente de la Cooperativa Tanchicuín Boca. Agregando que también son visibles las burbujas en el agua y el olor a gas.
En noviembre de 2021, los pescadores de la Cooperativa Buenavista presentaron un oficio dirigido al responsable del área operativa de Pemex en Altamira, Tamaulipas, para denunciar que una fuga en la Laguna de La Cruz ocasionó contaminación y les impidió pescar.
La respuesta de Pemex llegó en abril del siguiente año con una reunión de trabajo que convocó a las personas afectadas. En ésta se comunicó que la empresa había realizado una visita para verificar las instalaciones petroleras, pero que no se había detectado presencia de gas y que se realizaría el tapado de una excavación.
Oficio de pescadores de la Cooperativa Buenavista por derrame en 2021.
Minuta de la reunión de trabajo de pescadores con Pemex en abril de 2022.
Las cifras de Pemex
Los pescadores no han sido los únicos afectados. En la región del Pánuco también se han registrado quejas de productores agrícolas perjudicados en sus siembras de azúcar y soya. Veracruz es una de las entidades con mayores afectaciones por derrames.
En un panorama nacional, de 2018 a 2022, el Centro de Coordinación y Apoyo a Emergencias (CCAE) de Pemex reportó 234 derrames y fugas en escala moderada y grave, principalmente, al suelo y agua, de acuerdo con información proporcionada vía transparencia a Causa Natura Media.
Si también se consideran aquellos catalogados como de menor impacto la cifra total asciende de 5 mil 265 en este mismo periodo.
De los 234 moderados y graves, 61 ocurrieron en Veracruz, que ocupa el segundo lugar por debajo de Tabasco con 80. Ambos estados, caracterizados por su alta actividad petrolera, representan el 60% del total de derrames ocurridos. Sin embargo, las cifras que registra la CCAE han cambiado.
En su Informe de Sustentabilidad 2021, la empresa reconoce los mil 163 eventos relacionados con fugas y derrames de ese año. Pero indica que sólo fueron 15 eventos de escala moderada y 2 de escala grave, lo que se contradice con los 53 moderados y 4 graves en la información entregada vía transferencia.
Organizaciones como México Evalúa han analizado la gestión de Pemex para entender las afectaciones ambientales que genera la empresa. Una de sus líneas de trabajo ha sido revisar los indicadores ESG, que son criterios ambientales, sociales y de gobernanza que se tienen en cuenta a nivel internacional para invertir en una empresa.
En 2021, la organización analizó el Informe de Sustentabilidad de Pemex 2020. Y siguiendo la metodología de riesgos ESG encontraron que Pemex aumentó 12.5% en emisiones de gases de efecto invernadero (GEI); 50% de emisiones de CO2 en la quema de gas liberado directo a la atmósfera; y 19% en emisiones de dióxido de azufre respecto a 2019.
“Esto impacta en el número de accidentes, impacta en que no les importa estar aumentando emisiones, impacta en el daño a quienes viven cerca de las comunidades, entre otras consecuencias”, agrega.
Respecto a las variaciones en los números de derrames y fugas, Patiño señala que Pemex tiene la obligación de reportar sus datos de manera completa, oportuna, accesible y confiable. Por lo que encontrar variaciones (dependiendo de su dimensión), como información no reportada o incompleta, representa fallas en los criterios de calidad de información establecidos por el Instituto de Gobernanza de los Recursos Naturales (NRGI, por sus siglas en inglés).
Causa Natura Media contactó al área de comunicación social de Pemex para aclarar la información proporcionada vía transparencia, así como las acciones relacionadas con la sustentabilidad, pero tras semanas de espera y hasta el cierre de esta publicación no dio respuesta.
Video de uno de los derrames documentados por pescadores del río Pánuco en Veracruz.
Derrames de azúcar
En Pánuco, los hidrocarburos que tiñen las aguas no son la única causa de contaminación. Los derrames provenientes del Ingenio Pánuco, dedicado al procesamiento de caña de azúcar, también han sido reportados por pescadores de las cooperativas.
En 2021, Tomás Cruz Flores, presidente de la Cooperativa Alto del Estero, denunció al Ingenio ante la Profepa por un derrame ocurrido en marzo de ese mismo año. De acuerdo con el oficio, se trató del desbordamiento de una presa de oxidación para la captación de aguas residuales.
“El Ingenio Pánuco nos está originando también una contaminación muy fuerte en el estero, ahí se han muerto los peces porque tienen fosas de oxidación para darle tratamiento (a las aguas) pero se utilizan esas mismas para riego de los cañaverales”, acusa Tomás Cruz. Sin embargo, tras la denuncia no hubo respuesta por parte de la Profepa ni de la empresa azucarera, según cuenta el pescador.
Como antecedente, desde 2008 la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) señaló en su Informe de la Situación del Medio Ambiente en México, las principales descargas industriales provenían de las industrias azucareras con un 28%, petroleras con un 19% y agropecuarias con un 17%.
“Nos gustaría que el gobierno nos escuchara e hiciera los estudios pertinentes. Sobre todo para que los ingenios cumplan con las normas de calidad y de seguridad para que el agua que va al estero esté debidamente tratada y no contamine. Sabemos que el ingenio es el móvil económico de aquí del pueblo porque le da trabajo a mucha gente, pero no puede seguir con la contaminación”, apunta Tomás.
Causa Natura Media contactó al Ingenio Pánuco y su empresa propietaria, pero hasta el cierre de esta publicación no se dio respuesta por ninguna vía.
Video de desagüe documentado por pescadores del río Pánuco en Veracruz previo a la denuncia realizada ante Profepa en 2021.
Vigilancia, presupuesto y un estudio
Ante la contaminación de los derrames, tanto de Pemex como de la industria azucarera, la duda que aún tienen los pescadores es qué pasará con la pesca y los impactos que siguen enfrentando.
“Después de varios años de esta interacción compleja definir una sola vía que esté causando todos los daños al ambiente, por ejemplo, del petróleo, de la agricultura y de la industria se vuelve complicado porque son muchos factores los que le están pegando a la comunidad de peces”, explica Daniel Pech, responsable del Laboratorio de Biodiversidad Marina y Cambio Climático del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) en la unidad Campeche.
De acuerdo con el investigador, si bien podría haber componentes como altos índices de nitrógeno o potasio para establecer una relación con la industria agrícola, o hidrocarburos y bencenos relacionados a Pemex, definir una causa mayor y sus niveles de impacto requiere de invertir en estudios dentro de la región. Sin embargo, aún en la comunidad científica, no existe el presupuesto o los programas necesarios.
Mortandad de tortugas por derrame en la zona centro del estado de Veracruz. Foto: Félix Márquez/Cuartoscuro.com
Durante la reunión de pescadores, al preguntar qué medidas consideran necesarias para reparar los daños, coinciden en que son necesarios estudios científicos que dimensionen los impactos de las industrias. También se suman las peticiones por un programa de monitoreo y vigilancia para las zonas donde ocurren estos derrames.
Al respecto, en su Informe de Sustentabilidad de Pemex 2021, la paraestatal indicó que se han realizado monitoreos de derrame, así como la supervisión de operatividad de sus propias instalaciones para evitar el riesgo de derrames.
Aunque las medidas se están tomando, quienes viven en estas comunidades del norte de Veracruz y dependen de la captura pesquera de sus aguas aseguran que no son suficientes.
“Sería de mucho beneficio que se revivieran los subsidios que teníamos, pero por otro lado de qué sirve que nos den un motor y una lancha si no hay qué pescar”, concluye Tomás Cruz.
*Este artículo corresponde a la serie Desafíos de la Energía publicada por Causa Natura Media.
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