Conapesca, una institución compuesta de ausencias
Conapesca, una institución compuesta de ausencias
21 Abril, 2023
Por Juan Luis García
A más de cuatro años de lo que va del sexenio los desafíos de la pesca mexicana se agudizan. Las autoridades no han logrado transformar al sector y en la mirada de pescadores artesanales y de altura, empresarios, exfuncionarios y funcionarios actuales de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) consultados, dicha institución se encuentra ausente de jugar el papel que le corresponde.
Una reestructuración a fondo, acabar con la corrupción y volver a México en una potencia pesquera, fueron tres de las promesas que Raúl Elenes Ángulo, quien fuese el primer titular de la Conapesca, un órgano desconcentrado de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), ofreció a través de medios de comunicación previo al comienzo del presente gobierno federal.
Pese a la declaración de intenciones, hoy el sector pesquero demanda autoridades que estén presentes en los diversos espacios donde tiene una responsabilidad.
¿Quién vigila?
Es 23 de marzo e inicia la veda de camarón en el Pacífico. Decenas de pescadores de altura amarran esta mañana sus embarcaciones en los muelles “Medrano”, en Mazatlán, para acabar con una temporada que no ha dejado los resultados esperados.
El primer viaje generalmente es el más importante y el que da una muestra de cómo será el resto de la temporada. Es al mismo tiempo un termómetro del respeto que se ha tenido de la veda. Y en esta temporada anunció con acierto las bajas capturas de los meses venideros.
“Inicia la temporada de pesca. Dos semanas, normalmente, las embarcaciones menores antes que nosotros qué hacen miles y miles de embarcaciones menores. Salen a altamar. Quién las ordena, no sé, pero salen altamar, ilegalmente”, explica Miguel Rousse Acosta, gerente general en Productores del Mar de México, empresa fundada por 96 socios, que aglutina más de 350 embarcaciones camaroneras. Cerca del 70% de la flota de Sinaloa.
Esto ha repercutido en que si hace 10 años un barco capturaba entre 7 u 8 toneladas en el primer viaje, ahora sólo captura 3 ó 4 toneladas.
Rousse explica que las capturas de quienes respetan la veda no sólo decaen por la pesca furtiva, sino porque el camarón se desplaza, en reacción a las pangas que se adelantan al fin de la veda.
“El mar es de los mexicanos y la autoridad tiene esa facultad y obligación de cuidar los intereses de todos, de cuidar la protección de los de los mares y la Conapesca al darte un permiso a ti para pescar ya sea en Bahía o en altamar tiene la obligación de ejecutar las normas y las leyes. Entonces eso es lo que nosotros pedimos: inspección y vigilancia, ordenamiento”, apunta el empresario en entrevista a Causa Natura Media.
Los barcos camaroneros que por temporada capturaban entre 25 y 35 toneladas han perdido en el primer viaje el empuje que antes tenían, con una caída en esta temporada de hasta el 50% en algunas compañías, refieren capitanes y motoristas de las embarcaciones entrevistados.
“Lo que ya todo mundo conocemos. Se supone que nosotros sí estamos respetando la veda, todos estamos dentro, pero existen otras, las pangas, vamos a decir, que es el que nos está atacando, principalmente, el changuerismo. Cuando nosotros salimos las capturan bajan bastante”, dijo Felipe Romero, motorista en el barco Mariscos 14.
Pescadores se preparan en primer día de entrada de la veda de camarón en el Pacífico. Video: Juan Luis García.
A merced de los piratas
Pescadores en Mazatlán lamentan desplazamiento de sitios de pesca por la pesca ilegal. Foto: Juan Luis García.
La pesca furtiva no sólo es un inconveniente para las capturas, sino que también representa una amenaza para los pescadores una vez en altamar.
El capitán Francisco Ávila sale de Mazatlán para pescar en el norte de Baja California Sur, en las aguas del Pacífico. Refiere que hace algunos años empezaron a pescar en una zona reducida donde han empezado a encontrarse con pescadores ilegales armados.
“A nosotros nos desplazaron nos dejaron una zona bien pequeña para pescar en Guerrero Negro, que es una zona muy productiva de camarón, y ahora pues las pangas ilegales y gente armada nos han desplazado de esos lugares”, relata.
“A nosotros nos desplazaron nos dejaron una zona bien pequeña para pescar en Guerrero Negro, que es una zona muy productiva de camarón, y ahora pues las pangas ilegales y gente armada nos han desplazado de esos lugares”, relata.
Si bien, no han sufrido atracos, afirman que los espacios de pesca terminan siendo cedidos para evitar problemas.
“Y le avisa a uno a la Armada de México y no hace nada verdad ni Conapesca no, no, no, yo les he dicho Conapesca lo que nos pasa allá en la Baja California y todo mundo hace caso omiso”, apunta.
Durante la realización de este reportaje, Causa Natura Media solicitó una entrevista con representantes de la institución de forma telefónica y presencial en las oficinas centrales, sin que hubiera una respuesta favorable.
Sin recursos para trabajar
Oficiales de pesca y elementos de la marina realizan inspección en playa Bagdad. Foto: Conapesca.
Si bien la cantidad de inspectores “nunca ha sido suficiente” el excomisionado Elenes despidió alrededor de una treintena de oficiales, convirtiéndose así en un periodo muy lastimado para el trabajo de los inspectores, de acuerdo con una fuente dentro de la institución que pidió que se guardara su identidad.
El año pasado la Conapesca tuvo en promedio 168 inspectores en promedio para hacer frente a los retos de inspección y vigilancia, de acuerdo con una solicitud de información vía la Plataforma Nacional de Transparencia.
Se trata del número más bajo desde el 2015, en un país con 11 mil 122 kilómetros de litoral continental.
Un oficial de pesca que ha pedido que se guarde el anonimato de su identidad refiere que los oficiales tienen dificultades para cumplir con su labor por la falta de presupuesto que se vive dentro de la institución.
Desde diciembre hasta la fecha de la entrevista, a mediados de marzo, el oficial apunta que no le han pagado el apoyo de campo, cuyo monto consiste en 5 mil pesos o lo que es igual a 250 pesos para comer al día por 20 días hábiles mensuales.
“Ese dinero dio uso para alimentación, pero a mí no me pagan hospedaje, no me pagan, por ejemplo, si tengo que lavar el carro, si se poncha una llanta, lo tengo que pagar de mi bolsa, hay varios gastos que yo los hago de mi bolsa. Supongo yo, que no hay presupuesto”, explica.
El oficial refiere que le brindan 319 litros de gasolina mensual, que resultan insuficientes para realizar los recorridos terrestres.
En los primeros cuatro años de la presente administración se realizaron 65 mil 975 recorridos terrestres, esto es una disminución del 19% con relación al mismo periodo del pasado sexenio.
Vehículos de la Conapesca en operativo de playa Bagdad. Foto: Conapesca.
En cuanto a los recorridos acuáticos, el oficial dice que no hay gasolina suficiente para hacer los recorridos.
”No se han estado dando los servicios, no hay gasolina y pues no tenemos con que trabajar prácticamente. No tenemos embarcaciones para los recorridos. Puede ser que tengamos un motor, pero si no le dan servicio, pues a los dos recorridos se descomponen, pues yo no voy a poner de mi bolsa para arreglar un motor del trabajo”.
Esta precariedad para realizar las funciones esenciales que le son encomendadas compromete en ocasiones su independencia para poder levantar actas, vía por la cual la dependencia intenta imponer sanciones a quienes han transgredido la ley.
“Desgraciadamente, lo que hemos estado haciendo es pedir apoyo a las cooperativas de pescadores. A las personas interesadas en que haya vigilancia, pero pues eso no es lo ideal porque ellos lo pueden tomar como un favor. Entonces imagínate yo hago un recorrido en una playa, por ejemplo, y ya no tengo gasolina. Le digo al de la cooperativa de pescadores, y me dice, yo te doy gasolina para que hagas el recorrido y me dan la gasolina. Se la recibo. Pero si en este recorrido yo encuentro un pescador de esa cooperativa, por ejemplo, que no tenga permiso para pescar y que está pescando. Pues qué voy a hacer, le tengo que hacer su acta, pero me va a decir yo te presté la gasolina, como dicen nadie paga para que le peguen”, apunta el oficial, entre risas y tristeza.
Los recorridos acuáticos en los primeros cuatro años de la presidencia de López Obrador sumaron 17 mil 17, esto es una caída del 72% con relación al mismo periodo del expresidente Enrique Peña Nieto.
Sin monitoreo satelital
Embarcadero de embarcaciones de altura en Mazatlán. Foto: Juan Luis García
Las embarcaciones mayores en México están vigiladas por un sistema satelital que brinda señales con la información sobre la ubicación, velocidad y posición de las embarcaciones y que ha dejado de funcionar desde el 30 de enero.
Con esos datos del Sistema de Monitoreo Satelital de Embarcaciones Pesqueras (Sismep) es posible tener un ojo de águila con el cual vigilar lo que sucede en el mar, controlar quienes respetan las vedas, aquellos barcos que infringen áreas de no pesca y hasta conocer si su comportamiento sugiere que están pescando.
Este sistema es de “la mayor importancia” para el sector pesquero, ya que es la herramienta tecnológica más avanzada. Evita la comisión de infracciones por parte de embarcaciones, lo que comprende a las principales flotas del país, explica García Soto.
“Uno de los principales objetivos del Sismep es contribuir a persuadir a esa flota y por supuesto alertar, de manera temprana, de la existencia de indicios que pueden indicar una actividad de pesca Ilegal, una actividad de pesca no permitida, una actividad de pesca prohibida”, detalla García Soto.
Si bien aún no existe este monitoreo para pangas, el país cuenta con este sistema desde el 2004 y la portación del satélite es obligatoria para embarcaciones mayores con motor estacionario de potencia nominal superior a 80 Hp (caballos de fuerza equivalentes a 59.68 kilowatts), con cubierta corrida y eslora superior a 10.5 metros.
“El Sismep es un servicio que le cuesta al Estado mexicano anualmente en una cantidad que se ubica entre los 36 y los 48 millones de pesos aproximadamente, año con año, desde hace ya, pues 19 años más o menos. Y es un sistema que llegó a cubrir alrededor de 2 mil 56 embarcaciones más o menos, que están monitoreadas, es decir toda la flota de mediana altura y de altura pesquera mexicana”, apunta García Soto.
Un cambio en el proveedor de este servicio ha dejado sin servicio al país. Lo que implica que centros de operación que antes contaban con datos en los cuales basarse ahora se hallan a ciegas.
“La autoridad inició un proceso licitatorio, lo concluyó. Adjudicó el servicio a un proveedor distinto del que había venido dándole servicio al gobierno mexicano en los últimos 19 años a un costo mayor de lo que nos costaba antes, pero de manera muy preocupante con una cobertura menor de la que tenía el sistema antes, qué significa esto, que antes teníamos un sistema que estaba contratado para monitorear hasta 2 mil 100 barcos, de los cuales se monitoreaban efectivamente al mes de enero de este año 2 mil 56 barcos y a día de hoy el contrato, que ha celebrado el gobierno mexicano, únicamente va a cubrir a mil 800 barcos”, detalla García Soto.
Esta situación implica una pérdida en la capacidad de al menos 256 barcos que antes sí estaban monitoreados por el Sismep, en el cambio de estafeta de la empresa Astrum a Seguritech Privada, las razones del retroceso de cobertura no han sido explícitas.
Por otro lado, el servicio de la nueva empresa arranca con 300 embarcaciones y no con las 2 mil 56 que antes se monitoreaban. Aunque la idea es ir escalando la cobertura del servicio a más embarcaciones, el proceso conlleva retos importantes en medio de la precarización que atraviesa la institución.
“Ahí se genera un espacio a la impunidad, un espacio de preocupación, cuando se trata de un sistema que emitía alertas tempranas de barcos accediendo o ingresando a zonas de pesca prohibidas, de barcos saliendo a pescar en las vedas, o de barcos que estén haciendo posibles operaciones de pesca en lugares o épocas donde no debiesen estar”, dice García Soto.
Estas áreas restringidas están directamente vinculadas con la operación del sistema satelital.
“Estas áreas naturales protegidas, por supuesto, tenían una geocerca que es una demarcación imaginaria, instalada en los dispositivos y cuando una embarcación tan solo navegara por esa área natural protegida o esa zona de pesca prohibida sonaba (una alerta), le sonaba el barco y sonaba también en la Conapesca”, comenta un segundo oficial entrevistado para este trabajo que ha pedido guardar su nombre bajo anonimato.
Bienpesca, claroscuros
Varios pescadores consultados opinan que el titular de la Conapesca, Octavio Almada, es un político que invierte su tiempo en estar de gira.
Estos circuitos, en parte, promueven la entrega del apoyo social para pescadores llamado Bienpesca. Se trata de un componente del programa de Fomento a la Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuicultura de la Sader.
Se trata de una transferencia que en 2022 fue de 7 mil 200 pesos (este año de 7 mil 500, aumento del 4%) que genera posiciones encontradas.
Ramos explicó que con el presente sexenio ha podido formalizarse. Foto: Juan Luis García
En Mazatlán, el presidente de la cooperativa Buzos y Pescadores de la Perla del Pacífico, Jorge Ramos, señala que este apoyo es una ayuda que no recibían en el anterior sexenio.
“Pues está muy bien ese apoyo, la verdad este nosotros tenemos apenas tres años recibiendo ese apoyo, porque nunca recibimos ningún apoyo porque no estábamos organizados y no estábamos organizados porque simplemente no podíamos este andar en la política”, apunta Ramos.
De 12 programas que en el sexenio pasado estaban orientados a impulsar diversos aspectos de la actividad pesquera y acuícola, en el presente sexenio se entrega uno, el Bienpesca.
El monto y la cantidad anual han hecho que algunos pescadores destaquen que esta entrega no sustenta los meses que se ven forzados a parar por vedas.
“Simbólicamente, $7,000 para 6 meses, pues prácticamente no sirve de nada….”, opina el capitán Gustavo Navarro, quien se dedica a la pesquería de camarón.
Se le pregunta a Navarro cómo se ganan la vida durante los meses de veda.
“Unos somos albañiles, otros somos plomeros…. y así pues tenemos que buscarle de donde haya, abajo las piedras porque pues no hay dinero para sobrevivir la familia, las escuelas”, contesta.
El año pasado la institución apoyó a 176 mil 997 pescadores, con un presupuesto de mil 326 millones de pesos, de acuerdo con datos oficiales. Pero esto no evita que haya problemas para llegar a todos los pescadores.
En Playa Norte, Mazatlán, Edgar Moya, presidente de la Cooperativa De Pescadores Artesanales de Playa Norte, vuelve de haber salido a pescar en la madrugada. Están preocupados porque uno de sus pescadores no ha recibido el Bienpesca correspondiente al 2022.
A pesar de acercarse a preguntar, no han recibido una respuesta que los satisfaga.
“Sí recibían todos los pescadores, pero este año que pasó sí, la verdad ya disminuyó porque, en lo que concierne en la cooperativa, me falta de que le paguen a uno nada más …. y de igual manera ha pasado con otra cooperativa vecinas de aquí de con nosotros que si son 14 socios nada más le han pagado a siete le faltan otros siete más u 8”, apunta Moya.
Para David Valenzuela, un pescador de pargo a través de un arte sustentable de jaulas en el estero La Sirena, el hecho de que muchos pescadores no se encuentran dentro de cooperativas, como los colegas con los que trabaja a diario, limita las posibilidades de recibir el apoyo federal.
“No necesariamente necesitamos tener una cooperativa para que nos dé . Hay mucha gente pescadora libre que no tiene el apoyo y son pescadores de hace mucho tiempo, muchas veces puede hacer porque les falta el papeleo o varios defectos, que surjan ahí, por lo que no les dan la ayuda ni nada de eso”, apuntó.
Para Valenzuela los pescadores necesitan apoyos al menos dos veces por año y piensa que sería ideal que el gobierno se diera cuenta de otras necesidades que arrastran como lanchas, motores y hasta seguros de vida.
No obstante, la mano de la presente administración se ve en los pescadores artesanales. Moya indica que las capturas que realizan de pargos, cochito, corvina, entre otros, está más acompañada gracias a este apoyo del gobierno federal, en contraste con lo que reciben de otros órdenes de gobierno estatal y municipal.
En tanto Ramos refiere que después de una larga lucha de años por asentarse legalmente como cooperativa, no fue sino hasta el presente sexenio que se les ha reconocido. Algo que les brinda calma a los pescadores de ostión de mar para trabajar y mayor respaldo a la hora de buscar apoyos de gobierno, considera.
Este año el apoyo de Bienpesca contempla llegar a 193 mil beneficiarios, con una inversión de mil 448 millones de pesos, apuntó el pasado 27 de febrero el comisionado Octavio Almada durante una conferencia presidencial.
Comités consultivos
Los comités consultivos son mecanismos de participación donde diferentes sectores pueden tomar decisiones sobre el manejo de una pesquería.
Diversos participantes de los comités consultivos de curvina golfina en el Alto Golfo y de Mero en el sureste del país apuntaron que estos espacios han quedado en el olvido con la llegada de la presente administración.
El comité consultivo de curvina fue instalado en 2012 y reinstalado en el 2015, con el propósito de la conservación y aprovechamiento sustentable del recurso, de acuerdo con el reporte “Oportunidades para el Fortalecimiento de la Gobernanza en las Pesquerías Mexicanas” de la organización Environmental Defense Fund (EDF).
La última vez que este comité sesionó fue en enero vía Zoom, refieren diversas fuentes consultadas.
“En el caso de curvina lo que hemos visto es que han estado funcionando muy bien en las administraciones pasadas, pero en esta nueva administración dejaron de convocar como deberían de hacerlo, con ese objetivo, con esa responsabilidad de todas las partes”, apunta Carlos Alberto Tirado Pineda, presidente del Consejo de Administración de la Federación Regional de Sociedades Cooperativas de Pescadores de Reserva de la Biosfera.
Esta misma situación se repite en el comité del Mero en el sureste del país, surge por una solicitud en el 2017 para su creación.
De acuerdo con Ana María Frías, presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras, Turísticas, Acuícolas y Artesanales de Yucatán, han pasado un par de años desde la última vez que se reunieron, pero el sector pesquero se mantiene coordinado independientemente de la relación con la autoridad.
Pescadores en Yucatán tienen representación en comités consultivos del mero y pulpo para tomar decisiones sobre el manejo de su pesquería. Foto: Conapesca.
Frías apunta que la pandemia del covid 19 afectó la coordinación que se tenía en el comité y las reuniones.
“Se cerró absolutamente toda la actividad. Desde 2020 no hubo pesca, no hubo venta de productos, no hubo exportaciones, las plantas cerraron, los pescadores nomás iban de vez en cuando a pescar para lo que se iba a comer y se repartía parte de este producto entre la población. Y no se trabajó de manera oficial en el sector pesquero y la mayoría nos quedamos con el ‘quédate en casa’”, relata.
Otra de las razones por las cuales no se ha sesionado es porque las decisiones de la pesquería del mero en ocasiones trascienden a un espacio gemelo, como es el comité consultivo de pulpo, explica Minerva Alonso, directora en México del Centro de Desarrollo y Pesca Sustentable (Cedepesca).
“La razón en parte por la cual no ha sesionado es porque quien ha estado sesionando es el Consejo Estatal de Pesca y también el Comité (consultivo) de Pulpo, en realidad, una de las cosas que sucede es que los actores que participan en uno y otro comité son prácticamente los mismos”, explica Alonso, quien sostiene que se han reunido una vez por año.
El interés del comité del Mero es discutir y analizar las principales problemáticas de esta especie para llegar a acuerdos que luego puedan ser presentados en el Consejo Estatal. Sin embargo, uno de los principales retos es la representación de Conapesca.
“Es que la representación estatal de la Conapesca no está validada, es decir, no tiene un puesto oficial ahorita y eso ha pasado ya varios años durante una buena parte del año y esto significa que aunque la persona participe no tiene la voz de la Conapesca y si bien se ha invitado en repetidas ocasiones a las autoridades federales de la Conapesca, pues estas no han llegado. Entonces yo diría que la Conapesca en este gobierno ha sido prácticamente ausente”, dice Alonso.
En este sentido influye el tipo de contratación del funcionario, ya que al ser pagados por honorarios no tienen todas las atribuciones para resolver asuntos que terminan siendo enviados a la sede central de Conapesca en Mazatlán.
Por otra parte, al estar las problemáticas del pulpo más relacionados con la pesca ilegal, la mayor parte de la atención se dirige a esta pesquería, en tanto que el foco sobre el mero se ha limitado a la parte de investigación, expone la directora de Cedepesca, lo que se ve reflejado en los esfuerzos de crear refugios, con uno en Yucatán, y otro próximamente a decretarse en San Felipe.
Frías apunta que espera que haya una reunión del comité del mero pronto: “Debemos reunirnos prontamente porque tenemos algunos pendientes de trabajo y ahorita, pues ya todo volvió a la normalidad y queremos regresar igual a la normalidad de trabajo, dentro del Comité ya es hora de retomar”.
Falta de coordinación
La consideración del sector privado por parte de las autoridades ha llegado al grado de congelar la comunicación.
Miguel Rousse Acosta apunta que los empresarios en Mazatlán no fueron avisados sobre cuando iniciaría la temporada sino hasta un día antes y de igual forma el inicio de la veda les llegó de imprevisto.
El gerente indicó que si bien la función esencial de la institución es cumplir con la ley, “la Conapesca no puede ser una entidad en donde nada más ellos van a decretar lo que se va a hacer en la actividad”. Esta labor se debería de hacer con las empresas y organizaciones sociales del sector, indica, como sucedía en mesas participativas que acabaron con el presente gobierno.
Vehículos de la Conapesca en operativo de playa Bagdad. Foto: Conapesca.
“Hace 10 años, yo me acuerdo que para esas fechas ya se estaba, no negociando, viendo en unas mesas de trabajo con Inapesca, con Conapesca, cuál es la mejor fecha para cerrar la temporada y en base a una investigación técnica de Inapesca ‘saben qué señores ya no hay reclutas o ya está habiendo camarón enhuevado en las plantas o yo propongo como institución investigadora que deben de cerrar el 15 (del mes)’”, relata.
Una disposición técnica que abonaba a que los empresarios se pudieran organizar en torno a la fecha y calcular los volúmenes de diesel que compran para sus barcos.
“Tú dices. Bueno, no le voy a echar 800 mil, le voy a echar 400 mil pesos para que pesquen nada más 15 días. Ahorita nos enteramos un día antes del cierre. O sea, digo, se fue al último. Normalmente, ya los barcos, van a llegar con muy poquito consumo. Pero si hubiera sido el 15 (de marzo) qué hubiera pasado, nos hubiéramos quedado con medio tanque lleno que ya se pagó a la distribuidora de diésel. O sea, a lo que voy es que esa coordinación, esa gobernanza participativa se ha perdido totalmente”, apunta Rousse.
Presupuesto
El presupuesto afecta de forma transversal todas las áreas de la Conapesca.
Una vez entrado el gobierno, la institución no contó con los recursos que respaldara las acciones que emprendiera.
En la última década, en términos reales (aun quitando la inflación), el presupuesto asignado más alto de la institución fue en el año 2015.
Si se suma el presupuesto de los primeros cuatro años del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto contra los primeros cuatro años del presente gobierno, el presupuesto de la Conapesca cayó 50.89%.
Uno de los oficiales entrevistados refiere que la caída de los recursos en el presente sexenio se reflejó de forma drástica en su labor diaria.
“Es lógico eso, es inevitable, se traduce en ser menos eficiente, en tener menos presencia y, por supuesto, que eso aumenta la pesca ilegal”, apunta.